domingo, 20 de noviembre de 2011

Capítulo Uno: Todo por unas zapatillas

"Me han dicho que cuando conoces al amor de tu vida, el tiempo se detiene para que disfrutes del momento. Lo que no me dijeron fue, que luego todo avanza a cámara rápida para recuperar el tiempo perdido"



¿Qué son tres adolescentes tumbados bajo un sauce llorón milenario, riéndose de la política y de las ideas del Senado, contando su experiencia en el exterior y recordando lo que fue una vida pasada para ellos? Son tres mejores amigos de toda la vida. ¿Sabes que es lo mejor de eso? Que yo soy uno de ellos.
Mi nombre es Samuel Marcos Miranda, pero me llaman Samu y cuando se enfadan conmigo, Marcos. Nací en un pueblo en Alicante, pero ahora vivo... Si os soy sincero, ni yo sé dónde vivo. Pero sé que está cerca de España, por el Mediterráneo. Vivo en una burbuja de cristal súper-resistente de diez centímetros de grosor bajo el agua. Curioso ¿no? Pero la cosa no es curiosa. En el 2051, las cosas no son maravillosas como os las imagináis ahora.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Critíca del Herald Tribune, 15 de Marzo 2018

Las arandelas de materialización (el último invento de la compañía apple) parecen ser tan eficientes como se decía. Este pequeño aparato puede almacenar de tres objetos de capacidad (diez dólares por arandela) a quince (cincuenta dólares). El aparato es muy cómodo y puede transportar de todo: Desde muebles a ropa, pasando por comida (aunque esta se puede putrefactar) y documentos en papel. Para meter los objetos en la arandela, se ha de entrar en la página web oficial de appel y entrar en el apartado de las arandelas. Luego, se introduce el código del objeto deseado (ya viene impreso en él) y listo. Cuando se quiere recuperar el objeto, se lanza contra una superficie plana y el objeto aparecerá. Esta maravilla puede ser la solución de espacio en estos días.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Prólogo

-¿Samu?
-Eileen, notición –dije yo entusiasmado.
-No fastidies –dijo ella como si ya supiera lo que le iba a decir.
-Pues si. ¡Me dejan ir a San Francisco contigo!
-¡Dios! –gritó por el otro extremo del teléfono-. ¡No me lo creo, no me lo creo! ¡Vas a venir conmigo a San Francisco!
-¡Si! –me hacía mucha ilusión ir con ella al exterior otra vez-. Pero…
-¡Nada de peros! –me interrumpió totalmente  ilusionada- Tengo que planearlo todo, y como luego me vengas conque no puedes te juro que te mato. ¡Dios, que ilusión me hace! Te presentaré a mis primos y a mi madrina. Es una mujer estupenda y muy joven. También conocerás a mi madre y a mi hermano pequeño. ¡Es un auténtico torbellino! Ya verás. ¡Y volverás a ver a Alex! Está muy emocionada. Desde lo del concierto en Moscú, quiere saber más sobre nosotros. ¡No me puedo creer que vayas a conocer a mi familia! Te lo vas a pasar genial. Y…

New York Times, 15 de Enero 2017

Tras días deliberando, el Gobierno ha decidido pasar a parte de la población (de una manera al azar y completamente aleatoria) bajo el mar. Se les asignará a la gente que pierda sus hogares una casa de igual presupuesto y un trabajo semejante al que tenían. Aunque parte de la población (más bien de clase alta) ya vive en las burbujas submarinas, estas son experimentales, y corren el riesgo de tener grietas, pero no de ceder bajo el peso del agua. En cuanto se resuelvan los problemas, se podrá vivir apaciblemente como en la Superficie. La gente que después del traslado quiera tener una casa en una de las burbujas, tendrá que comunicárselo a Hacienda con un margen de un mes, vender su antigua propiedad y pagar el precio de la vivienda que quiera adjudicarse.