sábado, 12 de noviembre de 2011

New York Times, 15 de Enero 2017

Tras días deliberando, el Gobierno ha decidido pasar a parte de la población (de una manera al azar y completamente aleatoria) bajo el mar. Se les asignará a la gente que pierda sus hogares una casa de igual presupuesto y un trabajo semejante al que tenían. Aunque parte de la población (más bien de clase alta) ya vive en las burbujas submarinas, estas son experimentales, y corren el riesgo de tener grietas, pero no de ceder bajo el peso del agua. En cuanto se resuelvan los problemas, se podrá vivir apaciblemente como en la Superficie. La gente que después del traslado quiera tener una casa en una de las burbujas, tendrá que comunicárselo a Hacienda con un margen de un mes, vender su antigua propiedad y pagar el precio de la vivienda que quiera adjudicarse.


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